Me encanta The artist, me encanta The artist, me encanta The artist..... La adoro, la adoro y la adoro, del primer al último fotograma, la música, los actores, el guión, la fotografía, los intertítulos.... por ese orden o por el que quieras, por gustarme me gusta hasta el perro. Después de esta elaborada y concienzuda crítica me hago ciertas preguntas ¿Por qué llaman a The artist una película muda si tiene tanto que decirnos? De forma muy resumida se trata de un canto de amor al cine clásico y un recordatorio al contemporáneo (no como otros que disfrazados en homenajear al cine lo que homenajean es el 3D). Avisa: el cine no puede ser sólo una sofisticada atracción de feria, un drama televisivo con posibles, un actividad de arte y ensayo... (no estoy enumerando las candidatas a los Oscars pero casi), eso puede coexistir siempre que además se sigan haciendo otras cosas que son las de siempre en su diferencia y repetición que diría el filósofo.
Por mucho que presuma de ello The artist no se ajusta al modelo de ese cine al que me niego a llamar mudo sino anterior al sonoro y se construye sobre citas literales a películas de los 30, 40 y 50, época en la que directores que se habían curtido cuando no había diálogos sincronizados contaban historias que parecen olvidadas pero sin las cuales nada de lo de hoy tendría sentido. Está Cantando bajo la lluvia y Ha nacido una estrella, El hombre delgado y Sombrero de copa como están el Billy Wilder de El crepúsculo de los dioses, el Orson Welles de Ciudadano Kane, el Alfred Hitchcock de Vértigo... Murnau, Lang, Chaplin y Keaton... y todo el firmamento olvidado de estrellas que desaparecieron. Me gusta este cine canibal y de alusión. Esta retroalimentación puede ser leída como un desabastecimiento de ideas o por el contrario un fortalecimiento de estas bajo la creencia de que sólo desde la repetición puede aparecer algo nuevo, aunque sea relativamente nuevo. “La repetición es la potencia del lenguaje; y lejos de explicarse de manera negativa por una carencia de conceptos nominales, implica una Idea de la poesía siempre excesiva”, decía un francés más bien pesado que se llamaba Deleuze.
El ciclo de Realización, con Rubén de capitán de la nave, anda practicando eso de la imagen y el sonido lanzándose de cabeza a la producción de vídeos institucionales, creativos y divulgativos que expliquen desde la empresa lo que es la Formación Profesional (la he puesto con mayúscula con toda la intención). La práctica está enmarcada en el proyecto Comunica FP en el que participa una veintena de centros de toda España. Se trata de una iniciativa cofinanciada por el Ministerio de Educación y Fondo Social Europeo y coordinada por el Instituto de Biomecánica de Valencia que, por la parte que nos concierne, tiene mucho de campaña informativa y bastante de documental.
A juzgar por lo que he oído la cosa marcha y pinta bien. Repasando el eco que ya ha tenido en prensa igual. Así que desde aquí ¡Enhorabuena y buena suerte!
Un personaje es quien vehicula una historia, aquel que seguimos en una acción, participe directamente o no de ella. Se dice que un personaje, especialmente el personaje audiovisual, se desarrolla a través de los acontecimientos narrados cumpliendo una función determinada de antemano, traduce la trama y depende del marco en el que lo situemos. Por tanto los personajes son lo que hacen en su esfera de acción. Un paso más. En ocasiones, las historias no se centran en la trama sino en los personajes, y más concretamente en el aspecto psicológico de los personajes. Si la acción queda desentrañada por un personaje de psicología compleja estamos de enhorabuena porque lo tendremos todo. Y eso es lo que pasa en Broadwalk Empire. En este mundo de relato seriado hay quienes prefieren tirar por la trama y quienes optan por el desarrollo de personajes. El peligro está cuando se echa el cierre por cambio de temporada o se llega al final de finales (y no miro a nadie). Muy pocos son los que aciertan a enlazarlo todo a encontrar un camino que seguir que al final llegue al sitio justo en el modo apropiado. Cosa que sí pasa en Broadwalk Empire. Además está el asunto de lo maniqueo. Cuando los cuentos clásicos echaban el cierre solían terminar con aquella frase de "y vivieron felices..." Lo que nos lleva a deducir que un personaje feliz no sirve de nada a la historia. Del mismo modo un personaje leal y bueno no nos interesa tanto como ese malvado entre malvados. De eso en Atlantic Sin City saben muy mucho. Si además me dejan asombrada con la recreación, voy y firmo.
En esta fiebre por la caja lista que supone tener adición por las series no es oro todo lo que reluce. Reconocer que también hay alguna que otra pifia (habrá que llamarla grande dados los presupuestos que manejan por allí) puede resultar igualmente didáctico. Más si sospechosamente el estreno de uno de esos títulos es el que se anuncia más alto y más claro entre nuestras generalistas. Desperdiciar una premisa con posibles y tomar el nombre de Spielberg en vano parecerían errores lo suficientemente graves como para disuadir a cualquiera pero es que hay más y Terra Nova está tan vacía de logros como llena de propósitos sin concretar. El planteamiento se confunde con la motivación y en cada episodio se ensaya un género que nunca lleva a ningún sitio, que si ciencia ficción, que si Perdidos, que si comedia familiar, que si CSI, que si .... Deambulando de aquí y allí, algo que se veía venir pues el estreno se retraso y mucho para luego aparecer con un piloto de 90 minutos, nos encontramos con una familia en la que no se sabe quienes son los padres y quienes los hijos porque todos parecen tener la misma edad, unos personajes sin recorrido y hasta un CGI que parece de saldo. Su único intento válido es el mercantil y eso partiendo de un futuro distópico con viaje en el tiempo hacia la época jurásica, la conquista de un paraíso que no es tal y Spielberg de padrino es muy muy poco. Lo mejor ha sido releer a Ray Bradbury y su El sonido de un trueno donde también se viajaba al pasado, esta vez no para huir del presente sino para participar en safaris de dinosaurios. Ahora que caigo ¿no había una adaptación cinematográfica del cuento? Me toca mirarlo.
Los alumnos de segundo de Realización de Audiovisuales del IES Albaida han visitado las instalaciones de la Unidad de Tecnología de apoyo a la docencia y enseñanza virtual de la Universidad de Almería. Se trata de un departamento, dependiente del Vicerrectorado de Tecnologías de la Información y de la Comunicación de la UAL, que se encarga de aunar toda la apuesta por lo virtual y el desarrollo de recursos audiovisuales y multimedia en el que desde hace algún tiempo viene trabajando la Universidad. El objetivo de este servicio es fomentar la docencia virtual y el uso de contenidos multimedia entre la comunidad universitaria ofertando, por ejemplo, la creación de material multimedia, la adaptación de contenidos a formatos e-learning y la grabación y edición de material de audio y video que sirva a las clases o a la divulgación de las investigaciones que se están llevando a cabo. Entre sus instalaciones hay abiertas aulas virtuales de video-conferencia y enseñanza virtual interuniversitaria. Se trata entonces de un campus virtual que permite a los estudiantes estar matriculados en asignaturas en distintas universidades o realizar master compartidos. Laboratorios de diseño y edición, un mini plató virtual y un paraninfo con capacidad para 800 butacas son otras de las dotaciones que completan este programa.
Si todo este plan universitario sirve como plan de alfabetización virtual, como diversificación de contenidos, como apertura a un espacio europeo abierto... para nosotros sirve para abrirnos los ojos a otros formas de contenidos, esta vez de apoyo académico. Otra vez los caminos de la imagen y el sonido son infinitos.
Celebro el primer día de las librerías volviendo al stop motion, está vez el que firma un romanticón Spike Jonze. El corto se llama Mourir Auprès de Toi (Morir a tu lado), un cuento en el que las ilustraciones de fieltro de dos portadas clásicas, las de Macbeth y Drácula, se enamoran. El trabajo lo inspira la diseñadora de bolsos Olympia Le Tan, especialista en hacer carteras únicas para hiperfashionistas que por fuera parecen libros clásicos. El resultado: un encanto que se desarrolla en una de las librerías más famosas del mundo la Shakespeare and Company de París donde una vez que las luces se apagan ocurren cosas. Parece el mismo esquema que El soldadito de plomo aunque la técnica hace de las suyas. Para muestra el making off que han volcado en youtube.
Carlsberg se ha pasado al viral en su última campaña. La idea: hacer entrar a parejas en un cine belga infestado de .... asientos ocupados. Los más atrevidos se merecen una cerveza que es precisamente el eslogan de la campaña ("That Calls for a Carlsberg") y todo bajo la estricta vigilancia de unas escondidas cámaras ocultas. El caso es que la presunta amenaza, aunque resultona siempre, está algo vista. Yo propongo llenar el cine de reipenainados con polo y pin con gaviota a ver quien es el guapo que se sienta. El spot está firmado por la agencia Duval Guillaume Modem, afincada en Amberes, y lleva casi ocho millones de visitas en youtube en menos de dos meses, lo que la confirman como nueva estrella viral.
Me encanta The artist, me encanta The artist, me encanta The artist..... La adoro, la adoro y la adoro, del primer al último fotograma, la música, los actores, el guión, la fotografía, los intertítulos.... por ese orden o por el que quieras, por gustarme me gusta hasta el perro. Después de esta elaborada y concienzuda crítica me hago ciertas preguntas ¿Por qué llaman a The artist una película muda si tiene tanto que decirnos? De forma muy resumida se trata de un canto de amor al cine clásico y un recordatorio al contemporáneo (no como otros que disfrazados en homenajear al cine lo que homenajean es el 3D). Avisa: el cine no puede ser sólo una sofisticada atracción de feria, un drama televisivo con posibles, un actividad de arte y ensayo... (no estoy enumerando las candidatas a los Oscars pero casi), eso puede coexistir siempre que además se sigan haciendo otras cosas que son las de siempre en su diferencia y repetición que diría el filósofo.
Por mucho que presuma de ello The artist no se ajusta al modelo de ese cine al que me niego a llamar mudo sino anterior al sonoro y se construye sobre citas literales a películas de los 30, 40 y 50, época en la que directores que se habían curtido cuando no había diálogos sincronizados contaban historias que parecen olvidadas pero sin las cuales nada de lo de hoy tendría sentido. Está Cantando bajo la lluvia y Ha nacido una estrella, El hombre delgado y Sombrero de copa como están el Billy Wilder de El crepúsculo de los dioses, el Orson Welles de Ciudadano Kane, el Alfred Hitchcock de Vértigo... Murnau, Lang, Chaplin y Keaton... y todo el firmamento olvidado de estrellas que desaparecieron. Me gusta este cine canibal y de alusión. Esta retroalimentación puede ser leída como un desabastecimiento de ideas o por el contrario un fortalecimiento de estas bajo la creencia de que sólo desde la repetición puede aparecer algo nuevo, aunque sea relativamente nuevo. “La repetición es la potencia del lenguaje; y lejos de explicarse de manera negativa por una carencia de conceptos nominales, implica una Idea de la poesía siempre excesiva”, decía un francés más bien pesado que se llamaba Deleuze.
